Arrancar
Me llamo Papillion y soy libre.
Y soy esclava.
¡Qué incongruencia! ¿No? Pero sí, soy libre, libre como nunca soñé ser.
Tengo Amo. Sí, sí, como lo lees. Chico, cosas más raras se han visto. También tengo unos zapatos verdes y el mundo no se ha parado. Pues eso, que tengo Amo, dueño, que pertenezco a Él.
No hombre, no, que no he perdido el juicio. Que las cosas son así. Ya, ya sé que parece complicado pero no imaginas lo simple que es. ¿Qué por qué? Yo aún ando averiguando el por qué he llegado a esto, porque la verdad, aún no lo sé. Solo sé que siento, mucho, y muy bueno. Como te lo cuento, sí, me siento bien.
Ha sido como volver a nacer, he abierto una puerta que encontré por casualidad y he descubierto otra vida. Entre tu y yo, la verdad, no lo entiendo aún, bueno, mejor dicho, no he descubierto aún el por qué, qué origina y causa todas estas sensaciones tan tan intensas. Por eso estas letras, por eso lo escribo. Me escribo a mi misma, en intimidad. Escribiendo ordeno mis pensamientos mejor, será porque lo hago de un modo automático, sin pensar qué escribo. Sólo dejo fluir con palabras lo que pasa con mi mente. Y bueno, puede que algún día me de por releerme y saque alguna conclusión. De momento, dejaré que todo fluya
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